Es 1904, y el ambicioso químico francés Eugène Schueller deja su trabajo como investigador para centrarse en la formulación del primer tinte sintético para el cabello. Se asocia con peluqueros parisinos para dar a conocer su producto, y pronto se expande al cuidado del cabello y a la protección solar, confiando en su gran habilidad con el marketing innovador que hará que se corra la voz.
Mientras tanto, en Queens, Nueva York, la joven Estée Lauder se inspira en su tío esteticista para empezar a elaborar sus propias cremas faciales. Ahora sólo tiene que encontrar la forma de rentabilizar su negocio, y la inspiración le llega en su salón de belleza.
See Privacy Policy at https://art19.com/privacy and California Privacy Notice at https://art19.com/privacy#do-not-sell-my-info.