De un tiempo a esta parte, estamos asistiendo a declaraciones verdaderamente asombrosas, por no decir vergonzosas, por parte de artistas que, cuando eran jóvenes, los considerábamos modernos, progresistas… incluso adelantados a su tiempo. Bueno, pues los tiempos los han adelantado por la izquierda y los ha dejado tirados en el arcén, doloridos, quejumbrosos y magullados. En este amargor de hoy voy a hacer un repasito a algunos de estos ídolos de mi adolescencia que se ha demostrado que hoy son ídolos de barro. A ver, en general tampoco es que, salvo un par de ellos, fueran literalmente mis ídolos, pero bueno, dejémoslo así, en aras de que quede un título molón y rotundo.