La enseñanza bíblica que mencionas proviene del versículo de Romanos 5:1, que dice: "Justificados, pues, por la fe, tenemos paz para con Dios por medio de nuestro Señor Jesucristo". Este versículo destaca la creencia de que todo aquel que tiene fe en Jesucristo es justificado ante Dios y obtiene paz con Él.
En términos generales, el concepto de ser justificado significa ser declarado libre de culpa y pecado ante la presencia de Dios. Según la enseñanza bíblica, el ser humano tiene una naturaleza pecaminosa que lo separa de Dios, pero a través de la fe en Jesucristo y su sacrificio en la cruz, se ofrece la oportunidad de ser perdonado y reconciliado con Dios.
La enseñanza de la justificación por la fe resalta que las acciones humanas o los méritos personales no son suficientes para obtener salvación, sino que es a través de la gracia de Dios y la fe en Jesucristo que se obtiene la justificación. La fe en Jesús se considera el medio por el cual una persona recibe el regalo de la salvación y la reconciliación con Dios.
Este principio tiene implicaciones importantes para la vida cristiana, ya que se enfatiza la necesidad de confiar en la obra redentora de Jesucristo y no en nuestros propios esfuerzos para obtener la salvación. Además, al comprender que somos justificados por fe, se promueve una actitud de gratitud y humildad hacia Dios, reconociendo que es su gracia la que nos salva y no nuestros propios méritos.
En resumen, la enseñanza bíblica de que "todo aquel que cree es justificado" nos habla de la importancia de la fe en Jesucristo como el medio para obtener la reconciliación con Dios y la salvación. Nos recuerda que no podemos salvarnos a nosotros mismos mediante nuestras propias obras, sino que es mediante la gracia de Dios que somos declarados justos y obtenemos paz con Él.