En este último episodio de la temporada 2, Rox nos anima a despertar a nuestro genio Interno, que muchas veces está dormido por las exigencias de una vida pragmática y mental. Nos invita reconciliarnos con la creatividad y con la libertad que sentíamos de niñas para crear y expresarnos, convirtiéndonos así en seres plenos y felices.